domingo, 9 de enero de 2011

Tiempo de villanos


De todo lo que está disponible en la cartelera  de este arranque de año  le podría recomendar una película para niños: Megamente.  Bueno, dirigida a los chamacos por su naturaleza de animación pero que logra con creces cubrir la necesidad de entretenimiento en nosotros los aburridos adultos. Este es un gran alivio ya que son los  adultos los que llevan o pagan un boleto a un niño.    Hace apenas unos días un amigo me recomendó esta película y me aseguró que era de lo mejor que había visto en el año. Y es verdad. No sólo por el despliegue de tecnología animada de DreamWorks, sino por lo acertado en sus repetitivos pero inteligentes  y divertidos guiones como Sherk, Cómo entrenar a tu dragón y Mi villano favorito.
El argumento es sencillo  y lo más parecido a un déjá vu de la historia de Superman.  En una galaxia muy lejana dos mundos se destruyen y mandan por el universo a lo último de su civilización: dos pequeños que llegan a la Tierra con poderes sobrehumanos. Uno  es criado en una casa de rico, el  otro pequeño extraterrestre en una cárcel. Así que los dos crecen en mundos totalmente distintos y necesariamente opuestos para empezar una batalla por el resto de sus vidas en Metro City. Un buen día Megamente (el extraterrestre malo)  desaparece a Metro Man (el bueno) y con ello tiene en sus manos a la ciudad para sumergirla en su dominio. Sin embargo esto le parece muy aburrido y decide crear un héroe a la altura de él como supe villano. La historia termina con un villano con corazón de héroe que le teme a las arañas. No es necesario que le cuente más, mejor escape con sus hijos, sobrinos, amigos, novia, abuelitos o perico al cine. Véala, ríase disfrute lo que se hace por computadora una productora con millones de dólares y cómase unas palomitas.
¿Qué hace al hombre bueno o malo? ¿La cuna donde se crió? ¿Las influencias en su desarrollo como persona, la sociedad, la cultura, la vida misma? No lo sé. Probablemente sea todo, pero a la vez nada de  lo anterior. Tal vez,  el germen del mal o la semilla del bien estén desde un inicio en el corazón del hombre.  Un ogro es bueno y tierno. Un vikingo quiere la paz y un extraterrestre que planeaba la destrucción del planeta ahora es quien lucha por ella.   Esas son historias de niños y adultos.  Créame que hasta el dragón cuenta borreguitos antes de dormir. 
Feliz Año.