viernes, 19 de noviembre de 2010

De tripas corazón



Como ya he escrito antes: Soy fan de las películas de zombies. De chavito me aterraban las películas de horror de los ochenta. Es más, no podía mantener los ojos abiertos frente alguna peli de ese tipo tan siquiera por 5 minutos, y si los mantenía abiertos ya en mi cama y con las luces apagadas del cuarto, la oscuridad se tornaba el peor enemigo de mi sueño, la imaginación desbordaba en posibles seres monstruosos producto de sombras y altas dosis de imaginación. Después de largas horas buscando dormir me daba por vencido, entonces tenía que pedirle a mi hermano menor que si me daba chance de dormir en su cama, a lo que el siempre aceptaba sin palabras al hacerse un lado para yo protegerme de los zombies y demás criatura de la noche bajo el poder invencible de las sábanas. No sé de donde venga ese afán de seguir viendo ese tipo de películas, ni la gracia que me causa el ver en la pantalla la transformación, metamorfosis, nacimiento, aborto, amputación, decapitación, etc. de algún `engendro del mal´. Aún a esta edad cuando veo en soledad una de estas joyas del horror, brinco una que otra vez cuando la dosis de terror lo amerita. Pero no es así en público o cuando estoy acompañado. En público en lugar de un grito o brinco de miedo es una carcajada y asombro al preguntarme cómo diablos hizo eso el director. Eso hace evidente que algo de ese chamaco que le encantaba el terror pero en las noches no podía dormir sigue dentro de mí. El género de terror es el último en ser invitado a la fiesta del cine. Es el patito feo y la oveja negra. Mientras las películas de drama se llevan los premios y las cintas de acción, comedia y dibujos animados se reparten la taquilla, el género de terror en Hollywood es una máquina que sólo sabe hacer dos cosas: importar y fotocopiar. Prueba de ello es los churros de los últimos 5 años que nos han querido vender por terror los gringos y los chafísimos remakes del género de otro país como Japón y Corea.
Hay algunos que odian o que simplemente hacen a un lado este género cinematográfico y hay otros que lo veneran, que lo aman, lo respetan y lo promueven. Pero bueno en los gustos se `destripan´ géneros.
El nuevo boom de los zombies y toda la ola de cine de horror (sus derivaciones al subgénero gore) , podrían responder a los difíciles tiempos por los que atraviesa la humanidad. Sólo es necesario recordar el primer boom del género en la década de los setentas y ochentas y que probablemente respondía a las hambrunas de proporciones bíblicas del continente africano en aquellas décadas. Recuerde que los zombies comen carne y sesos de humanos indefensos que corren por sus vidas.
The Walking Dead es un cómic que inició en el 2003 que cuenta cómo Rick Grimes, un policía de Kentucky, después de un incidente en cumplimiento del deber, despierta de un estado de coma para encontrarse con un Apocalipsis zombie: Un mundo arrasado por cadáveres deseosos de carne fresca. Ese cómic brincó a la televisión y se estrenó en Latinoamérica el 1 de noviembre. De la mano del director de Milagros Inesperados recorreremos un planeta devastado por los muertos vivientes y lo que los pocos sobrevivientes hacen por continuar con la raza humana. ¿Predecible? No lo creo, esa es la frescura de la historia.
Después de todo hoy en día el hombre devora al hombre. En todo sentido.
Emmanuel Martínez Zamorano

1 comentario:

  1. Donde lo vine a encontrar!
    Me llamó Alex Morales y bueno, probablemente lo vere en extra de guionismo en merca 4a. Haha

    Yo conocí the walking dead por el comic, nunca lo compré, solo le di un par de ojedas y nose proque, pues realmente es algo digno de tener.
    Así, como a ti, me encanta el genero zombie! me fascina! =D porque realmente la problemática que termina con los sobrevivientes nunca son los zombies.

    Muy grato leer lo que escribe, digo fuera de la materia, que cotorro...saludos!

    Por cierto, probablemente ya la vio y sino, recomendada, pero hablando de Walking Dead, su director, Frank Daramount dirigió The Mist, que es un relato chiquito de Stephen King al que le tengo mucho gusto. Hace poco la vi en versión Blanco y negro y le da precisamente el toque de una pelicula de los ochenta. =D saludos.

    ResponderEliminar